Esta noche de aguijones encendidos en mis ojos,
de coágulos helados sobre el tapiz oscuro del viento,
quédate a mi lado.
Guíame por la geografía alfombrada de tu tacto,
para navegar juntos el miedo como peces indigentes
de caricias.
No me dejes morir sola en el engarce infinito de
las horas.
Asunción ESCRIBANO, "Cuando llega la noche", La disolución.
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