domingo, 2 de octubre de 2011

Habitaré tu nombre

Ma il mio mistero è chiuso in me,
il nome mio nessun saprà!
No, no, sula tua bocca lo dirò,
quando la luce splenderà!

Turandot, de PUCCINI

Habitaré tu nombre cuando la arena que me hace
se diluya en la respiración del tiempo.
Viviré en el hueco abierto de tus manos,
como llaga o como chispa luminosa.
Habitaré en el suave tacto del otoño,
con su crepitar acético,
escurriéndose amarillo en su cadencia.
Poblaré tu nombre de preguntas, de latidos
y de llantos enhebrados hacia dentro
como una gabilla prisionera de plegarias.
Habitaré en la mirada sin respuesta,
en el cristal herido,
en la ceniza que me horma,
en el fuego que reclama su quietud,
y en el pasmo enamorado ante las formas
recortadas en el aire, como estampas frágiles,
sostenidas con temblor en su coraza.
Me acogeré en la risa que desgranas
como escarcha en la penumbra,
como esquila húmeda.
Me engarzaré en tu nombre lancinante,
como un látigo de fuego,
cuando todo asfixie
y el planeta ya no pueda habitar,
cuando los senderos infinitos se silencien
con el andar impreciso del espanto.
Habitaré tu nombre que me quema
en la desolación del mundo y su pesar,
como una garra o como una paloma breve
que me salva en el impulso de su vuelo,
hasta la consagración absoluta de la dicha.

Asunción ESCRIBANO, "Habitaré tu nombre", La disolución.

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