domingo, 2 de octubre de 2011

Noche de rosas

Después del dolor,
el amor es un derecho.


Sabe a muerte mía
esta noche de rosas.

En estas manos de nieve
ya me faltas
y te palpo
en la imperfección del frío.

En este amor que te doy,
solamente pierdo la vida
infecunda, inútil
sin tu propia sangre.

Quiero asirme
a la cuerda de tu ausencia,
quiero arrojarme
en esta flecha amarga
de melancolía.

Ya siento la nada
enloqueciendo
sin tus brazos.

Ya viene sin ti la soledad,
infectando los pinos,
donde pasaba el amor
de tu mano a mi mano
emocionando el aire.

Por nombrarte,
vencida, tragará mi garganta
este vendaval de hojas.

Y mientras se incendia la luna,
con una escarcha violeta,
rozarás mis senos
cargados de otoño.

Entonces amor,
por sentirte,
esta noche,
me bastará la muerte en cada poro.

Maribel DOMÍNGUEZ REAL, "Noche de rosas", El silencio de las lilas.

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