domingo, 2 de octubre de 2011

Hambre

Para esperar tus manos,
desmigajaré la eternidad
más allá del tiempo.

Duele estar contigo,
sin ti.

No sé qué hacer
para rozarte.

Salpicaré la luna
con este poema
para sentir tu piel de madrugada.

No sé a dónde huir
para sentirte,
dónde hacer un alto
y abandonarme,
y fallecer,
y apagarme
en el alimento maldito de tu boca
donde todo se acaba.

Maribel DOMÍNGUEZ REAL, "Hambre", El silencio de las lilas.

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