domingo, 2 de octubre de 2011

Sal saladita

Siente en mí
la vida, ven...
ahora que en los ojos
me reptan solsticios de lava,
ahora que en el vértigo
de los labios me escurren
todos los vinos. Ven.
Recorre el acantilado,
el abandono de mis ingles,
ahora que la noche fértil
me cruje entre las piernas
agitando panales enteros,
ahora que en la piel
me gotea y me sabe
más fresca la luna,
es necesario que mastiques la sal
y esta lluvia de vainilla que extraje de los pechos.
Ahora que mi cuerpo desnudo
es un cereal con brote de mimosas...
ahora que llevo en la boca
el sabor de las ciruelas...
es necesario que anegues el foso,
es necesario que succiones esta alquimia
verdadera y terrible,
amor mío.

Maribel DOMÍNGUEZ REAL, "Sal saladita", El silencio de las lilas.

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