No puedo recordar dónde bordé unas rosas,
sólo sé que eran bellas y que abrían sus pétalos
según iba la aguja construyendo sus hojas
con el fino realce hecho ruta en mis manos.
Y aquel verlas naciendo en mágico sosiego
y crecer lentamente bajo el hilo rosado,
encendía en mi frente un éxtasis de ensueño
sabiendo que se abrían al son de mi trabajo.
Eran dulces capullos de rosas. Y recuerdo
que dibujó mi madre el perfil de sus hojas
y yo las fui sembrando en el áspero lienzo
pero ya no sé ahora dónde bordé mis rosas...
Josefina VERDE, "Lienzo", Azabache y Coral.
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